Los vientos fuertes a veces pueden ser un problema para los conductores de automóviles. Son especialmente peligrosos para autos ligeros, vehículos con remolques, caravanas y otros vehículos recreativos altos. Como son livianos o tienen una superficie grande para atrapar el viento, estos vehículos pueden ser empujados fuera de su carril en condiciones de mucho viento o tormenta.
Al conducir en condiciones de viento, reducir la velocidad es la mejor forma de evitar un accidente. Esto minimizará el efecto de “elevación” del aire que se mueve por debajo del vehículo a gran velocidad y aumentará el agarre del vehículo en la superficie de la carretera. Si es posible, debes evitar conducir cerca de otros automovilistas a los que podrías golpear si tu vehículo sale lanzado fuera del carril.
Ráfagas de viento
Ten en cuenta que una exposición repentina puede causar que una ráfaga de viento te golpee mientras cruzas una obra de drenaje o un puente o cuando manejas a través de pasos de montaña y barrancos. Debes siempre prestar atención a los alrededores y prepararte para controlar el vehículo en caso de que ocurra una ráfaga de viento inesperada. Es bastante común que los conductores pierdan el control del vehículo cuando no anticipan los vientos fuertes. Debes ser consciente de los riesgos del entorno y estar alerta para lidiar con ellos.
Si estás en un vehículo particularmente pequeño o liviano, es posible que sientas las ráfagas de viento cuando te pasa un camión grande o un autobús. Cuando un vehículo grande se aproxima desde la dirección opuesta en una carretera de dos carriles, presta mucha atención y muévete hacia la derecha tan lejos como sea posible de manera segura.
Cómo manejar con vientos fuertes
Las siguientes precauciones pueden ayudarte a mantener el control de tu vehículo y evitar accidentes en condiciones extremadamente ventosas. En tu manual de conducir estatal puedes encontrar más detalles sobre cómo lidiar con situaciones peligrosas.
- 1
Siempre reduce la velocidad cuando haya vientos fuertes.
Esto conectará tu vehículo al terreno, mejorará el control y te dará más tiempo de reaccionar de forma defensiva en caso de que suceda un accidente a tu alrededor. - 2
Mantén tus manos firmes en la posición “dos y diez” sobre el volante.
En vez de solo descansar tus manos sobre el volante, agárralo con decisión. Una fuerte ráfaga de viento podría hacer que se suelte de tus manos. - 3
Mira adelante y presta especial atención a los escombros o sobrantes y otros obstáculos en la carretera.
- 4
No uses el control crucero o control de velocidad.
Necesitarás un control total del acelerador para manejar la velocidad del vehículo en caso de que lo alcance una ráfaga de viento inesperada. - 5
Cuando estés lidiando con una tormenta o con vientos fuertes peligrosos, considera detenerte y esperar a que las condiciones se calmen antes de seguir con tu viaje.
A nadie le gusta retrasarse pero no vale la pena arriesgar tu vida para llegar a tiempo.