Aprender a conducir no es una tarea que se debe tomar a la ligera. Es importante prepararte mentalmente para la mezcla de emociones que experimentarás en el asiento del conductor. A veces sentirás emoción, euforia, liberad y una sensación de poder. Aunque estos son sentimientos esencialmente positivos, aún pueden ser abrumadores y llegar a tener un impacto negativo en tus maniobras de conducir con seguridad.
También debes aceptar que la conducción no siempre es una experiencia positiva. Dependiendo de las acciones de otros usuarios de carretera y los eventos en el entorno de la carretera, es posible que experimentes ansiedad, nerviosismo, frustración o enojo. Adoptar una actitud positiva y autorreflexiva desde el inicio de tu viaje de aprendizaje te ayudará a controlar estas emociones y mantenerte seguro detrás del volante.