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inspecciones y servicios mecánicos

por manuel

Cuando se trata de mantener tu vehículo apto para la carretera y seguro, y evitar reparaciones costosas, es clave tomar medidas preventivas. Ningún automóvil dura para siempre, pero con pequeñas tareas de mantenimiento puedes prolongar la vida de tu auto al máximo. Los frenos, las llantas y otros sistemas esenciales no deben fallar de forma inesperada si sigues un programa de mantenimiento y haces que un mecánico revise el auto en intervalos regulares.

El manual del propietario del vehículo es la mejor fuente de orientación sobre el mejor mantenimiento para tu automóvil, ya que todos los modelos de vehículos son diferentes y requieren cuidados distintos. Este manual enumerará los servicios mecánicos vitales de mantenimiento que se deben realizar con una frecuencia recomendada en tiempo o millas recorridas. También proporcionará una guía fundamental sobre el enfoque para estas tareas (por ejemplo, si se deben hacer cuando el motor está frío o en condiciones secas).

No te confundas con el hecho de que el manual de usuario contiene varios programas de mantenimiento posibles. Como los fabricantes se quieren asegurar de que el vehículo esté en buen estado de funcionamiento, incluyen diferentes programas de servicio mecánico y guías que se adaptan a las distintas condiciones de manejo. Depende de ti leer esto con atención y determinar cuál programa es el más adecuado para la forma en que utilizas tu automóvil.

Piensa en el motor del vehículo y los sistemas esenciales trabajando en conjunto como si fueran sistemas orgánicos dentro del cuerpo humano. Así como puedes comer bien, ejercitarte regularmente, hacer chequeos médicos para evitar problemas de salud graves antes de que ocurran, también puedes tomar medidas para evitar que situaciones similares se desarrollan en tu auto. Las tres cosas más sencillas e importantes que puedes hacer para mantener saludable el vehículo son:

  1. Recargar y cambiar el aceite de motor.
  2. Asegurarte de que el vehículo tenga suficiente combustible.
  3. Mantener limpio el vehículo.

Prestar atención al mantenimiento del aceite es fundamental. Si los niveles de aceite son demasiado bajos, todos los sistemas del automóvil sufrirán por falta de lubricación y podrían comenzar a funcionar mal y fallar. La gasolina es otro tema clave, ya que conducir un vehículo con un tanque con menos de un 25% de combustible puede provocar problemas en las líneas de combustible y el motor. Nunca llenes en exceso el tanque de gasolina ni te olvides de asegurar la tapa de manera adecuada cuando hayas terminado.

Limpiar el automóvil parece una tarea de mantenimiento superficial pero es vital para la salud de todos los sistemas esenciales. Si permites que la suciedad, mugre o escombros se acumulen en el exterior del auto, eventualmente llegarán al compartimento del motor y a otras funciones internas. Mantener limpio el vehículo, adentro y afuera, también permitirá que puedas ver la carretera con claridad desde el asiento del conductor. Asegúrate de conservar el agua mientras lavas tu automóvil, especialmente si vives en un área donde la escasez de agua es común. Finalmente, asegúrate de que todos los productos de limpieza que uses sen seguros y adecuados para la tarea.

Ahora, echemos un vistazo al programa de inspección y mantenimiento general.

Inspecciones semanales

Es importante establecer una rutina inspección y mantenimiento. Con tantas tareas que se deben realizar en frecuencias diferentes, es fácil olvidarse de algo importante si no sigues un programa fijo. Utiliza la información del manual del propietario del vehículo o nuestra guía si deseas crear un programa de mantenimiento y consultarlo cada vez que inspecciones el vehículo.

Cuando más específico puedas ser, mejor. Una vez que sepas más o menos la duración de una inspección semanal o mensual, puedes anotarla para un horario específico con tal de asegurarte de que no la pases por alto. Al escoger una hora adecuada para el mantenimiento de tu vehículo, no te olvides de tomar en cuenta el tiempo que el motor necesita para enfriarse si has conducido recientemente.

Una vez a la semana, debes realizar tareas de mantenimiento del vehículo que requieren abrir el cofre o capó. Esto principalmente involucra comprobar si las funciones esenciales internas y externas están intactas, operativas y limpias.

  • Verifica que todas las luces funcionen, incluyendo las luces delanteras, las luces traseras, los indicadores de dirección y las luces de emergencia. También debes encender el automóvil brevemente para asegurarte de que todas las luces del panel de instrumentos se iluminen antes de apagarlo.
  • Comprueba que los sistemas de limpiaparabrisas, calefacción y aire acondicionado estén operativos.
  • Asegura y suelta los cinturones de seguridad dentro del vehículo para asegurarte de que estén completamente funcionales.
  • Revisa la limpieza del exterior del vehículo y lávalo, si es necesario. Presta especial atención a las luces y los intermitentes.
  • Si tienes un equipo de emergencia en tu vehículo (como deberían todos los conductores), asegúrate de que esté completamente abastecido con alimentos no perecederos, agua, artículos de primeros auxilios, un extintor y una linterna con baterías que funcionen.
  • Mira las llantas en busca de signos de desgaste irregular, daños y escombros atascados en la banda de rodadura.

También debes verificar la presión de los neumáticos en intervalos semanales o quincenales. Es posible que no lo puedas hacer en tu casa si no tienes un medidor de presión de llantas, pero la mayoría de las gasolineras tienen una bomba de aire y un medidor que puedes utilizar. No te olvides de comprobar la presión de las llantas si haces esta tarea a una hora distinta del resto de la inspección semanal. Mantener los neumáticos inflados con la presión de aire adecuada es una de las cosas más fáciles e inteligentes que puedes hacer para aumentar su vida útil.

Inspecciones mensuales

Una vez al mes, debes añadir una inspección debajo del cofre o capó a las tareas semanales habituales de inspección. Si bien fijar y reemplazar las partes del motor suele ser un trabajo para un mecánico, hay varias actividades de mantenimiento importantes que el dueño de un automóvil debe realizar en el compartimento del motor. Asegúrate de revisar los niveles de los siguientes líquidos de motor esenciales, haciendo una recarga cuando sea necesario:

  • Aceite de motor, utilizando la varilla del aceite
  • Líquido de transmisión
  • Líquido de frenos
  • Refrigerante del motor
  • Líquido de limpiaparabrisas

Otras tres revisiones de mantenimiento se deben efectuar en este punto. Estas son:

  1. Verificar las conexiones de la batería y confirmar que estén seguras y libres de corrosión.
  2. Comprobar que los cinturones de seguridad no estén sueltos, dañados o sucios.
  3. Revisar el estado de limpieza de los filtros de aire y aceite.

Consulta siempre el manual del usuario antes de completar estas tareas de mantenimiento debajo del cofre las primeras veces. Esto garantizará que puedas encontrar todo fácilmente y logres evitar errores costosos y peligrosos.

Recargar los niveles de líquido

Antes de comprar aceite de motor, refrigerante o algún otro líquido para el motor de tu vehículo, consulta el manual del propietario para saber qué tipo de fluido debes utilizar. Hay muchos tipos de calificaciones y compuestos diferentes de líquidos. Elegir el tipo incorrecta para tu automóvil podría provocar averías graves. Además, no debes mezclar dos tipos diferentes de líquido en un depósito del motor, ya que las sustancias con distintos compuestos químicos pueden reaccionar una contra la otra y evitar que los componentes claves funcionen de forma correcta.

Notarás que algunos de los líquidos de motor enumerados anteriormente se deben recargar con más regularidad que otras. El líquido de transmisión y el líquido de frenos se mantienen en sistemas cerrados y no se deben cambiar o rellenar a menos que haya una filtración o una contaminación obvia. A pesar de esto, debes hacer el esfuerzo de revisarlos en cada inspección mensual. Si el nivel de alguno de los líquidos está bajo entre las inspecciones semestrales, el motor podría sufrir daños incalculables.

Inspecciones semestrales

Una vez cada seis meses, debes realizar una inspección del vehículo a profundidad. Además de las tareas semanales y mensuales mencionadas anteriormente, debes revisar lo siguiente:

  • La eficacia del freno de estacionamiento. Asegúrate de hacer la prueba con el auto estacionado en una pendiente para confirmar que puede sostener el vehículo en su lugar contra la gravedad.
  • La presión de aire en la llanta de repuesto. Aunque no se haya utilizado, pierde presión de manera gradual.
  • Las bisagras, anclajes y cerraduras de las puertas en busca de signos de desgaste y corrosión.
  • Los burletes o empaques de las puertas del automóvil para asegurarte de que estén intactos.
  • Los orificios de drenaje en el suelo y la puerta del auto. Estos evitan que se acumule humedad dentro del vehículo y no deben bloquearse.

Servicio mecánico profesional

Debes concertar un servicio mecánico completo para tu vehículo con un profesional al menos una vez al año, con tal de asegurarte de que se hagan las tareas de mantenimiento que tú no puedes realizar. Con qué frecuencia un vehículo necesita un servicio profesional varía un poco de un modelo a otro. Es posible que los vehículos más nuevos solo necesiten una servicio mecánico una vez cada 12 o 18 meses, mientras que los modelos más antiguos pueden requerir una revisión dos veces al año (o cada 3.000 o 5.000 kilómetros). El manual del propietario del vehículo te indicará la frecuencia de servicio recomendada para tu automóvil.

Nunca te sales un servicio mecánico profesional, incluso si no notas nada malo en el vehículo. Algunas tareas de mantenimiento esenciales solo las puede llevar a cabo un mecánico. No hacer estas tareas provocará un desgaste prematuro en varios sistemas esenciales. Una o dos veces al año, el mecánico debe:

  • Drenar y reemplazar el aceite de motor
  • Reemplazar el filtro de aceite del motor
  • Rotar las llantas del vehículo

Además del servicio mecánico, tu vehículo necesitará una puesta a punto profesional completa de manera intermitente. Los ajustes completos no se deben realizar con tanta regularidad como un servicio estándar, aunque en los vehículos más antiguos se deben llevar a cabo una vez por año. Los vehículos modernos están construidos con tecnologías avanzadas que requieren de menos ajustes y reparaciones. Las bujías de los vehículos más antiguos generalmente se deben reemplazar cada 10.000 kilómetros (aproximadamente una vez al año), mientras que hoy en día muchos vehículos están construidos con bujías que pueden durar 100.000 kilómetros o más.

Las tareas que se realizan en una puesta a punto completa varían de un vehículo a otro. Lo que necesita tu automóvil dependerá de su edad, modelo y si hay sistemas esenciales que muestran signos de desgaste.

Aproximadamente cada 15.000 kilómetros, un mecánico debe verificar los siguientes sistemas:

  • Los frenos de servicio y de estacionamiento. Revisará las pastillas y zapatas de freno en busca de desgaste y probará la tensión del cable del freno de mano.
  • El sistema de enfriamiento. Esto incluye la revisión de puntos débiles potenciales en busca de signos de fugas de líquido refrigerante.
  • El sistema de dirección. Los componentes de la caja de dirección se desgatarán con el tiempo.
  • La suspensión. Es posible que los resortes y amortiguadores deban ajustarse.
  • El filtro de aire. Este tendrá se tendrá que reemplazar de manera intermitente.

Aproximadamente cada 30.000 kilómetros, un mecánico también debe verificar:

  • La batería del vehículo
  • El sistema de encendido
  • La transmisión automática
  • Las correas de distribución del motor
  • La alineación y sincronización de las válvulas del motor
  • El filtro de combustible
  • El sistema de escape

Leyes de inspección de automóviles

En la mayoría de los estados, los vehículos deben pasar una inspección una vez al año o cada dos años, para obtener el permiso legal para mantenerse en la carretera. Las pruebas específicas que se efectúan en esta inspección varían de una región a otra, aunque por lo general incluyen:

  • Una prueba de emisiones (algunas veces llamada prueba de humos de escape), para asegurar que el vehículo cumpla con las normas federales de emisiones.
  • Una prueba de seguridad. Esto puede incluir la verificación de los sistemas de seguridad claves como los frenos, la bocina, las luces, las llantas y los cinturones de seguridad.

En los estados donde las pruebas de emisiones se realizan de forma obligatoria, el estándar que un vehículo debe cumplir varía dependiendo de la ciudad o el municipio. En muchos estados, los vehículos más antiguos deben pasar inspecciones con mayor frecuencia que los vehículos más nuevos.

Incluso si vives en un área donde las inspecciones de vehículos no son requeridas por la ley, debes tomar en cuenta que los oficiales de policía tienen el poder de detenerte y llevar a cabo una verificación de seguridad en tu automóvil, si creen que podría no ser apto para conducir. Es fundamental que lleves tu automóvil a revisiones, servicios y ajustes completos por parte de un mecánico profesional según la frecuencia recomendada por el manual del propietario. No hacerlo no solo te hará incumplir la ley sino también te hará conducir un vehículo que es un peligro para ti y para todos los demás en la carretera.