Manejar en colinas presenta casi los mismos desafíos que conducir en una carretera con curvas. Tu vista del tráfico opuesto puede verse obstruida por la cima de la colina y habrá fuerzas adicionales actuando sobre tu vehículo. Mientras las fuerzas centrípetas y centrífugas afectan tu automóvil en una curva, manejar en colinas significa que tendrás que lidiar con la gravedad. Mientras más empinada sea la pendiente, mayor será su efecto.
Si la cima de la colina obstruye tu vista de la carretera del otro lado, siempre debes asumir que habrá vehículos aproximándose desde la dirección opuesta. Cuando te aproximes a la cima, reduce tu velocidad. Mantén tus ojos en la carretera adelante hasta donde lo permita tu línea de visión, haciendo los ajustes necesarios a la posición de carril y la velocidad a medida que avanzas sobre la colina.
En términos de cómo afectará la gravedad a tu vehículo, toma en cuenta lo siguiente:
- La gravedad trabajará CONTRA ti cuando conduzcas CUESTA ARRIBA. Es posible que necesitas rebajar una marcha y aumentar la presión en el acelerador para mantener tu velocidad.
- La gravedad trabajará CONTIGO cuando conduzcas CUESTA ABAJO. Tu automóvil se acelerará de manera natural. Puede que necesitas aplicar los frenos o bajar una marcha para mantener una velocidad y distancia de frenado seguras.
Elegir una marcha
Sí, leíste los últimos dos párrafos correctamente. Bajar a una marcha menor ayudará a mantener el control de tu vehículo en situaciones de manejo tanto cuesta arriba como cuesta abajo. Por supuesto, se aplica solo si tu automóvil tiene transmisión manual o varias marchas para conducir en automático. En un vehículo automático regular con una sola marcha para manejar, el automóvil hará el trabajo por ti.
- En una pendiente cuesta arriba, conducir en una marcha inferior ayudará a contrarrestar la gravedad que actúa sobre el vehículo y a mantener la velocidad.
- En una pendiente cuesta abajo, una marcha más baja evitará que el vehículo gane demasiada inercia y aumente la velocidad.
Camiones y vehículos grandes
Los vehículos grandes o extremadamente pesados suelen tener problemas en las colinas empinadas. Dependiendo de la gradiente de la pendiente cuesta arriba, es posible que estos vehículos no ganen suficiente velocidad para cruzar la cima de la colina sin detenerse o rodar hacia atrás. En una pendiente hacia abajo, existe el problema opuesto. Un vehículo pesado tendrá dificultades para manejar la fuerza de gravedad que lo lleva hacia adelante. Con demasiada velocidad, pueden fallar los frenos de un camión grande y provocar que el conductor pierda el control.
Los otros automovilistas deben conocer los riesgos de manejar en colinas cuando hay vehículos grandes cerca y saber qué hacer si algo sale mal. Si hay un camión o un vehículo grande similar aproximándose a la cima de la colina adelante de ti, debes disminuir la velocidad y mantener una distancia de seguimiento mucho más grande. Esto debería permitirte suficiente espacio para escapar si el vehículo se detiene o empieza a rodar hacia atrás.
Cuando estás conduciendo cuesta abajo adelante de un vehículo grande que tiene el potencial de quedarse sin frenos, presta atención a los espejos retrovisores y laterales. Si el camión está perdiendo agarre demasiado rápido o emitiendo un humo blanco en los costados, detén tu vehículo de inmediato alejándolo lo más posible hacia el hombro de la carretera. Recuerda que los carriles para camiones sin control están colocados en muchas carreteras al pie de las colinas empinadas. Al detenerte, NO bloquees la rampa de escape del camión con tu automóvil, ya que el chofer del camión dependerá de ella para una salida segura.
Derecho de paso en colinas
El derecho de paso en las colinas está determinado por quién debe ajustar el rumbo con el menor riesgo. Si dos vehículos que viajan en direcciones opuestas se encuentran en una colina empinada y estrecha, el conductor que va cuesta abajo debe hacer espacio para el conductor que va cuesta arriba. Esto es debido a que es probable que un vehículo deba dar marcha atrás para permitir que pase el otro vehículo y es mucho más fácil controlar el vehículo en reversa cuesta arriba que hacerlo en reversa cuesta abajo.
Frenar y detenerse
Los vehículos que se detienen mientras viajan cuesta arriba tienen el riesgo de rodar hacia atrás. Trata de mantener un espacio seguro adelante y detrás de tu vehículo en caso de que tú u otro conductor que vaya adelante de ti deba parar. En colinas empinadas, debes asegurarte de usar el freno de mano mientras permaneces estacionado.
Viajar cuesta abajo significa lidiar con la fuerza de gravedad que te lleva hacia adelante. Es imperativo mantener una velocidad con la que puedas utilizar los frenos para detenerte, de ser necesario. Muchos conductores cometen el error de utilizar el freno en exceso para mantener una velocidad segura al conducir cuesta abajo. Esto pondrá excesiva presión sobre tus frenos y podría llevar a que se sobrecalienten y fallen. También debes evitar que el vehículo se mueva en neutro y viajar cuesta abajo con tu pie en el embrague. En lugar de eso, maneja en una marcha más baja para limitar la velocidad del automóvil.
Estacionar en colinas
La mayoría de los Reglamentos de Trasnito estatal cuentan con información sobre el estacionamiento en colinas. Probablemente tu Reglamento te dirá que gires tus ruedas hacia el borde de la acera o lejos de él dependiendo si estás cuesta arriba o cuesta abajo. Aunque seguramente no explicará por qué debes tomar estas medidas o qué debes hacer si no hay una acera. Es mejor aprender la teoría básica detrás del estacionamiento en pendientes que solo memorizar un conjunto de reglas. De esta forma, podrás recordar la información y aplicarle con más eficacia.
Monitorear la temperatura del motor
Conducir cuesta arriba pone mucha más presión al motor que conducir cuesta abajo o en un tramo de carretera plano, ya que debe trabajar más para contrarrestar la gravedad y el movimiento del automóvil. El riesgo de que el motor se sobrecaliente y falle es mucho mayor al viajar cuesta arriba, especialmente en los vehículos más viejos o cuando hace calor.
La manera más inteligente de mitigar este riesgo es simplemente prestar atención a la temperatura del motor. Si empieza a subir, haz una breve parada para dejar todo se enfríe. Los conductores también deben mantener altos sus niveles de refrigerante y usar una marcha más baja cuando viajan en largas carreteras cuesta arriba.
Conducir en montañas
Cuando manejas en carreteras de montaña, el riesgo de sobrecalentamiento y falla del motor es alto. Incluso cuando te mueves en una pendiente cuesta abajo de un área montañosa tu vehículo estará bajo más presión que la usual, ya que las grandes altitudes pueden afectar negativamente la dirección del volante, los frenos, la suspensión y los sistemas de enfriamiento. El riesgo de que algo salga mal con uno de estos componentes es mucho mayor cuando tu vehículo es viejo o no se ha revisado con regularidad.
Las carreteras montañosas no suelen tener buen mantenimiento, así que los conductores deben prepararse para reducir la velocidad para adaptarse a las malas condiciones de manejo. Toma en cuenta que las condiciones climáticas pueden ser extremas e impredecibles en las regiones montañosas, además de que podrían haber obstáculos que bloquean la carretera, como vida silvestre o caídas de rocas. A fin de cuentas, conducir en montañas puede ser increíblemente peligroso.
Cuando conduzcas en una carretera montañosa empinada, debes prestar atención a la condición y el rendimiento de tu vehículo. Ante la primera señal de problemas, encuentra un espacio seguro para detenerte y deja que tu motor descanse o busca asistencia. Cuando no sea posible parar de inmediato pero tu motor esté averiado, sigue moviéndote lentamente en el extremo derecho del carril derecho hasta que puedas detenerte de manera segura.
RIESGOS DE CONDUCIR A GRAN ALTITUD
Hablemos un poco más sobre los problemas que tu vehículo puede enfrentar al manejar en grandes altitudes. Una de las amenazas más grandes que debes enfrentar es el aire enrarecido de la montaña que reduce la potencia del motor y, con ello, tu capacidad para acelerar. Realizar las maniobras normales como subir colinas, acelerar y rebasar a otros vehículos, serán más difíciles cuanto más alto te encuentres. Toma en cuenta estas limitaciones mientras conduces en carreteras de montaña y prepárate para hacer ajustes a la hora de maniobrar.
En grandes altitudes, los líquidos pueden hervir y vaporizarse a temperaturas más bajas. Este es el segundo peligro más importante que debes considerar para conducir en carreteras montañosas. El gas que se convierte en vapor con el sobrecalentamiento del motor se conoce como “bloqueo de vapor”. Esto puede inhabilitar completamente tu vehículo. El bloqueo de vapor puede ocurrir en grandes elevaciones mucho más fácil que a nivel del mar. Si el indicador de temperatura del motor muestra que el motor se está sobrecalentando o se enciende la señal de advertencia del motor, debes tratar de enfriar el automóvil de inmediato o correrás el riesgo de sufrir una falla.
Si es seguro hacerlo, para a un costado de la carretera y deja el motor siga funcionando sin esfuerzo para que se enfríe. Apagar el vehículo por completo podría causar que el combustible que ya está en el motor se vaporice. Si no es posible detenerte a un lado del camino, también puedes intentar enfriar el motor activando los calentadores del automóvil para eliminar el exceso de calor.
SALUD DEL CONDUCTOR EN GRANDES ALTITUDES
La salud de tu vehículo no es la única que puede sufrir al conducir a gran altitud. La salud humana también puede verse afectada por el aire de montaña. El aire “enrarecido” de montaña tiene menos oxígeno que el aire al que la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a respirar a baja altitud. Esta falta de oxígeno, unida a una pobre hidratación, pueden provocar un peligroso mal de altura. Para protegerte cuando manejes en grandes altitudes, toma las siguientes precauciones:
- 1
Toma por lo menos el doble de líquido de lo habitual.
Agua y jugos de frutas son las mejores opciones para maximizar tu hidratación y mantener los niveles de azúcar en la sangre normales. - 2
Evita tomar alcohol.
Incluso las pequeñas cantidades de alcohol que normalmente no superarían el límite legal podrían afectar tu habilidad para conducir en grandes altitudes. - 3
Evita los alimentos salados, el café y las bebidas con cafeína.
Estos empeorarán la deshidratación. - 4
Come poco y con frecuencia, mientras tomas un descanso de la conducción.
Elige alimentos ricos en carbohidratos, bajos en grasa y bajos en proteína, ya que estos te ayudarán a mantener los niveles normales de energía.
Recuerda que incluso los casos leves de mal de altura pueden reducir seriamente tu tiempo de reacción y tu estado de alerta general. Si empiezas a sentirte mal al conducir a gran altura, detente a un costado de la carretera y tómate un descanso ante la próxima oportunidad segura que tengas.