¿Por qué es tan importante reducir el riesgo como conductor? Todos los riesgos conllevan consecuencias posibles e indeseables. Cada vez que tomes un riesgo al volante, tendrás más probabilidades de experimentar un accidente o colisión.
Si bien la mayoría de las colisiones no llevan a lesiones serias o muertes, a menudo resultan en daños significativos a la propiedad. Y por supuesto, ¡las lesiones serias y las muertes también pueden y suelen ocurrir todos los días como resultado de un comportamiento de manejo riesgoso! Cada acción arriesgada que realizas te acerca a las consecuencias negativas de un accidente. Para los conductores que caen en comportamientos riesgosos con frecuencia, solo es cuestión de tiempo para que algo salga mal.
Daños a los vehículos
La mayoría de las personas se molestarían mucho con la posibilidad de que algo malo le suceda a su automóvil. Reparar incluso un daño menor en tu vehículo a menudo es costoso y puede afectar tu seguro. Si tu auto se descompone por completo, tendrás que vivir sin él. ¡Esta es la peor pesadilla de cada dueño de automóvil!
Si tu vehículo se daña como resultado de una maniobra riesgosa, tendrás suerte si te escapas solo con algunas abolladuras en la carrocería o debes pagar por repuestos para volverlo a tener en la carretera. Aun los daños menores pueden representar una factura importante, ya que un mecánico debe revisar el automóvil siempre después de una colisión o un accidente. A menudo el daño puede parecer superficial pero es posible que estén afectados sistemas esenciales o componentes.
Te sorprendería saber cuánto pueden complicarte las reparaciones de tu vehículo. Según un estudio de 2013 realizado por el Consejo de Investigación de Seguros, el reclamo de seguro promedio por vehículos en Estados Unidos fue de $3.000. Reemplazar un componente principal de un vehículo suele costar $10.000 o más. Si tienes suerte, tu seguro cubrirá el costo total de las reparaciones, aunque a menudo los dueños de automóviles deben pagar un “excedente” para hacer la solicitud del seguro. Si tu compañía de seguros paga el costo total de la reparación todavía te verás afectado financieramente debido a que las cuotas del seguro subirán como resultado del accidente. Dañar tu vehículo en una colisión tiene un impacto negativo de larga duración en tu vida.
Aterradoramente, los daños al vehículo son el mejor escenario si te ves involucrado en un accidente, un choque o una colisión. Al momento de un choque inminente, el daño al vehículo es el resultado que deseas.
Lesiones y muerte
Si la suerte está de tu lado, el comportamiento de manejo riesgoso solo resultará en daño a tu vehículo. Desafortunadamente, muchos usuarios de carretera mueren o resultan heridos en los Estados Unidos cada día por las malas decisiones que ellos u otros conductores toman. Los conductores que sufren lesiones en accidentes automovilísticos tienen la suerte de esta vivos, aunque es posible que muchos deban vivir con consecuencias negativas profundas o a largo plazo.
Si sufres lesiones en un accidente de tránsito o una colisión, podrías enfrentar:
- Dolor, sufrimiento e incomodidad física
- Desfiguraciones permanentes o de larga duración
- Discapacidades temporales o permanentes
- Trastorno de estrés postraumático (PTSD), ansiedad o depresión
- Tiempo sin poder ir a la escuela o al trabajo
- Faltar a citas sociales o eventos importantes
- Una costosa factura médica
- Complicaciones de salud a largo plazo
- Tarifas de seguro más altas
Por supuesto, si mueres en el incidente no tendrás que lidiar con ninguna de estas consecuencias. Aunque se arruinarán las vidas de tu familia, amigos y seres queridos. Es posible que deban lidiar con grandes costos funerarios, gastos legales y la pérdida de ingresos, todo mientras con un dolor aplastante.
Incluso si logras salir de una colisión sin lesiones serias, puede que haya otras personas involucradas que no tengan la misma suerte. Este seguramente será el caso si chocas con un usuario de carretera más vulnerable como un peatón, un motociclista o un ciclista.
En todo caso, podría decirse que es tu decisión si quieres poner en peligro tu propia vida. Sin embargo, es poco probable que seas la única persona que sufra en caso de que las cosas salgan mal. Una persona inocente podría morir como resultado de tus decisiones irresponsables simplemente porque estaba en el lugar incorrecto en el momento equivocado.
A menudo las personas que mueren por un comportamiento de manejo riesgoso son amigos o familiares del conductor. Estadísticas de la NHTSA muestran que dos de cada tres muertes adolescentes relacionadas con vehículos ocurren cuando la víctima es transportada por un amigo. Si vives para contarlo pero un pasajero no lo logra, llevarás la carga de lo que has hecho por el resto de tu vida. Incluso es posible que seas testigo del dolor que le causaste a la familia de la víctima.
Si te ves involucrado en un accidente automovilístico, brindar asistencia médica a una persona herida podría ser la diferencia entre la vida y la muerte. De ser posible, contacta al 9-1-1 y pide una ambulancia y por la presencia del departamento de policía. Tu prioridad debe ser conseguir apoyo médico en el lugar lo más pronto posible.
Suspensión o revocación de la licencia
Un comportamiento de manejo riesgoso no tiene que terminar en un accidente o una colisión para tener consecuencias negativas graves. Si un oficial de policía ve que estás conduciendo demasiado rápido, no cedes el paso o realizas alguna otra actividad peligrosa, recibirás una infracción y obtendrás un castigo. No te enojes si te paran y te imponen una infracción en tales circunstancias. Las consecuencias de tu comportamiento arriesgado podrían haber sido mucho peores. Recibir una multa es poco.
Las infracciones de tránsito extremadamente graves pueden resultar en una suspensión o revocación automática de tu licencia de manejo. Si te sorprenden superando el límite de velocidad excesivamente, manejando de forma imprudente, conduciendo bajo la influencia, no parando en un cruce ferroviario o negándote a detenerte cuando un policía te lo pide, es probable que debas despedirte de tu licencia.
Las sanciones para las infracciones de tránsito varían dependiendo de las leyes estatales. Descubre cuáles infracciones te llevarán a la suspensión o revocación de la licencia en tu estado consultando el manual de conducción.
Multas grandes y penas de prisión
Perder tu licencia de conducir podría ser la menor de tus preocupaciones si recibes una citación por exceso de velocidad o conducción imprudente. También puedes esperar recibir una multa, cuyo monto estará determinado por la gravedad de la infracción y las leyes de tu estado. Si la infracción se dio por un comportamiento extremadamente peligroso o destructivo, incluso podrías recibir una sentencia de cárcel.
Tarifas de seguro aumentadas
Las tarifas del seguro subirán si se comprueba que el comportamiento riesgoso ha sido la causa de un accidente o colisión. Los conductores “culpables” de esto pueden esperar un aumento de las tarifas de los últimos años. Esto podría representar una importante suma de dinero que se va por la alcantarilla, todo por un momento de estupidez al volante.
Ciertas infracciones invalidan tu seguro de inmediato y podrían hacer que tu proveedor de seguros cancela totalmente tu póliza. Por lo general, conducir bajo la influencia del alcohol o las drogas es una de ellas. Sin seguro, no podrás manejar hasta que obtengas otra póliza. Esto podría llevarte un tiempo, ya que ninguna compañía de seguros querrá involucrarse con alguien que ha demostrar ser un conductor imprudente.
Repercusiones a largo plazo
En el mismo instante que decidas hacer una maniobra arriesgada o ejecutar una acción peligrosa, podrías estar condenándote a muchos años de consecuencias negativas extremas. Cada uno de los resultados negativos analizados en este módulo afectarían tu vida de múltiples maneras. Por supuesto, tendrías suerte de afrontar solo un resultado negativo como resultado de tus acciones. Si ocurre una colisión grave debido a tu comportamiento riesgoso, podrías sufrir una lesión grave, la revocación de tu licencia y una gran multa.
Con solo perder tu licencia afectarías gravemente tu calidad de vida. Puede que tengas dificultades para ir a la escuela, lo que afectaría negativamente tus calificaciones, tus opciones de universidad y tu futura carrera. Sin una licencia de conducir, tu vida social podría sufrir. No podrás moverte con tanta facilidad y si no puedes ir al trabajo, no tendrás el dinero necesario para muchas de las actividades que disfrutas. Podrías sentirte solo y deprimido.
Tu única decisión irresponsable podría condenarte a una vida de miseria si sufres una herida en la colisión. Sufrir una discapacidad física o mental como resultado de un accidente automovilístico podría dejarte incapacitado para hacer deporte, ir a la escuela, caminar o incluso pensar con claridad. Aun con lesiones menores es posible que nunca te recuperes totalmente y debas vivir una vida con dolor, incomodad e inconvenientes.
Ahora, considera el costo financiero de tus acciones. Siempre que logres evitar lesiones que requieran una factura médica, todavía tendrás que lidiar con lo siguiente:
- Reemplazar o reparar tu auto
- Reemplazar o reparar cualquier otro vehículo que hayas dañado
- Multas y costos judiciales
- Un aumento de las tarifas del seguro
Estos costos pueden ser considerables y serán más difíciles de manejar si has perdido tu licencia o tu automóvil no puede llevarte al trabajo. Además, si has lesionado a otra persona seguramente serás responsable por sus gastos médicos. Si esta persona queda discapacitada permanentemente como resultado de tus acciones, podrías tener complicaciones financieras por el resto de tu vida.
Nunca vale la pena el riesgo
Los conductores nuevos deben entender que las consecuencias de un comportamiento de manejo riesgoso pueden ser profundas y llegar a cambiarles la vida. Lo que sea que creas que ganarás rompiendo las reglas categóricamente no vale la pena. Conduce de forma segura, siempre.
La próxima vez que tengas la tentación de tomar un riesgo innecesario para impresionar a tus amigos o llevar a algún lado más rápido, hazte esta pregunta:
¿Vale la pena tirar mi vida por la borda?
En la fracción de segundo que toma llevar adelante un riesgo innecesario, podrías estar haciendo justamente eso.