Una falla total de la dirección es rara pero posible. Si ocurre este tipo de falla en la dirección del volante es probable que sea de forma repentina. Debes saber qué acción ejecutar para detener el vehículo de manera segura. Cuando el volante falle completamente, el conductor no tendrá control direccional sobre el vehículo. Afortunadamente, el equilibrio del automóvil lo debería mantener avanzando en línea recta.
Una falla parcial de la dirección del volante es mucho más común y fácil de manejar. Este tipo de problema se puede manifestar con una dirección extremadamente “pesada”, donde el vehículo se vuelve difícil de maniobrar. Puedes experimentar una dirección desequilibrada, que empuja el auto hacia un lado. Sin importar la naturaleza de la falla de la dirección del volante, debes parar lo antes posible. Si todavía queda cierto control del volante, los conductores deben intentar detenerse cuando el vehículo haya reducido la velocidad.
Falla en la dirección asistida
Una falla en la dirección asistida suele acompañar a otros problemas mecánicos. Si tu motor muere, la dirección asistida fallará. También puede ser causada por una falla individual de los componentes del sistema, como fugas de líquidos o una avería de la bomba. Cuando la dirección asistida falla todavía podrás maniobrar el vehículo, aunque requerirá de mucha más fuerza y esfuerzo.
Si la falla de la dirección asistida está acompañada de falla de los frenos asistidos, tendrás que empujar el pedal de freno con fuerza para desacelerar el vehículo. No entres en pánico si pierdes la dirección asistida, solo suelta el acelerador y maniobra el vehículo de manera fluida hacia un costado de la carretera.
Cómo manejar una falla del volante
Al igual que todas las emergencias de manejo, tu primera respuesta debe ser tomar un respiro y enfocarte en no perder la calma. Si entras en pánico solo empeorarás la situación. Cuando notes que la dirección del volante está pesada o no responde, tu objetivo debe ser reducir la velocidad de forma gradual. No hundes tu pie en los frenos. Activa las luces de emergencia para advertir a otros conductores que estás experimentando dificultades y luego sigue los pasos a continuación:
- 1
Empieza a desacelerar quitando el pie del acelerador.
Mantener el control del vehículo será más fácil a una velocidad más baja. - 2
Activa las luces de emergencia.
Esto advertirá a los otros usuarios de carretera que estás experimentando un problema. - 3
Si estás experimentando una pérdida parcial de dirección del volante o una pérdida de la dirección asistida, puedes intentar maniobrar el vehículo fuera de la carretera una vez que el vehículo haya disminuido la velocidad a alrededor de 30 mph. De ser necesario, podrías hacerlo antes para evitar una colisión.
- 4
Idealmente, no debes frenar hasta que el vehículo haya reducido la velocidad considerablemente y esté casi completamente detenido. Si debes frenar antes, aplica presión de manera gradual sobre el pedal del freno y ten en cuenta que el frenado será más difícil de lo habitual.
- 5
Si has experimentado una falla total de dirección del volante, debes parar el vehículo sin moverte a un costado.
La clave para hacerlo de forma segura es reducir la velocidad lo más gradualmente posible, mientras activas las luces de emergencia. Esto les dará a los otros conductores suficiente tiempo para reaccionar y evadir tu vehículo.
Síntomas de una falla de dirección
A diferencia de otras fallas mecánicas, los problemas con la dirección del volante por lo general serán más aparentes antes de que ocurra una falla grave. Cuando notes algo extraño en torno al volante, haz que revisen tu automóvil de inmediato.
Demasiado movimiento libre en el volante podría indicar un problema, especialmente si este movimiento adicional se ha desarrollado con el tiempo. Asegúrate de llevar tu auto a revisiones mecánicas con regularidad y, si tienes dirección asistida, verifica los niveles de líquido con frecuencia. A continuación te presentamos otras señales de advertencia que a las que debes prestar atención:
- Dirección dificultosa o “pesada”.
- Un ruido de chillido o chirrido que viene de la columna de dirección, especialmente en giros pronunciados.
- Vibración del volante.
- El vehículo se sale ligeramente del rumbo incluso cuando maniobras hacia adelante en línea recta.
Causas de una falla en la dirección del volante
Una falla total de la dirección en la que el volante deja de responder por completo solo puede ser causada por una rotura o desconexión entre el volante y las ruedas del automóvil. Esto es más probable que suceda en un vehículo más antiguo que es más susceptible a las averías mecánicas extremas.
Cuando aparecen problemas con los sistemas de dirección asistida hidráulica, por lo general la culpa es de una fuga de líquido o un mal funcionamiento de la bomba. Una fuga lenta en el sistema hidráulico de la dirección asistida se presenta como un endurecimiento gradual del volante y un ruido progresivo como quejido en la columna de dirección. En una fuga grave, la pérdida de dirección ocurrirá con menos advertencia.
Los sistemas de dirección asistida eléctrica (EPS, por sus siglas en inglés) no usan líquido. Las averías en este tipo de sistema son menos comunes, pero todavía posibles. Conducir en caminos con baches o transitar una carretera en mal estado a gran velocidad puede dañar el sistema EPS. Si sospechas que se está desarrollando un problema con la dirección del automóvil, evita conducir hasta que lo revise un mecánico.
Bloqueo del volante
¿Tu vehículo tiene un dispositivo de bloqueo del volante? Si es así, nunca debes girar el encendido a la configuración de “bloqueo” mientras el vehículo está en movimiento. Esto bloqueará el volante y no podrás maniobrar. Los accidentes por activar accidentalmente el bloqueo del volante son más comunes de lo que crees.
BLOQUEO DE VOLANTE ATORADO
Si el bloqueo del volante se atasca por una avería mecánica, el volante se bloqueará y perderás completamente el control de dirección. A veces, un bloqueo de volante atascado se puede rectificar moviendo suavemente el volante de un lado a otro hasta que se libera. Por lo general, los bloqueos del volante atascados son causados por una carga excesiva en el volante. Puedes arreglar esto haciendo lo siguiente:
- Quita tu pie del pedal del acelerador si el vehículo está en movimiento. Dejar que el vehículo ruede debería reducir la carga sobre el volante y liberar el bloqueo.
- Si el vehículo está estacionado o has podido detenerlo por completo con la guía anterior, levanta la parte delantera del automóvil con un gato mecánico para quitar la presión de la dirección.
Si esto no funciona o no tienes el equipo para intentar estos arreglos por tu cuenta, ¡será hora de llamar a un mecánico certificado!