El Sistema de Transporte por Carreteras México está sujeto a más leyes de tránsito de las que puedes contar. Cada una de ellas ha sido creada por un gobierno estatal o el gobierno federal, con la idea de proteger al público y mantener el orden en los caminos de la nación. Las leyes de tránsito determinan la velocidad a la que puedas viajar, las maniobras que puedes realizar, dónde puedes o no puedes conducir y cómo debes hacerlo en determinadas situaciones. Muchas de las leyes son constantes, mientras otras aplican solo para ciertas horas del día o en algunas épocas del año.
Importancia de las leyes de tránsito
Las leyes de tráfico son importantes para brindar seguridad a las personas. Un vehículo puede ser un arma peligrosa y mortal en las manos equivocadas. La seguridad de todos los usuarios de carretera depende de que todos los involucrados sigan una serie de reglas precisas. Aproximadamente 5 millones de colisiones y accidentes suceden en México cada año. En 2017, ocurrieron 37.133 muertes relacionadas con el tráfico. Un amplio porcentaje puede atribuirse a uno o más conductores que no siguieron las leyes de tránsito.
Leyes de derecho de paso
Algunas de las leyes más importantes que aprenderás en el programa de educación vial es el llamado derecho de paso o derecho de vía. Todas las intersecciones con otros vehículos, peatones y ciclistas cuando estás al volante dependen del derecho de paso. Cuando te cruzas con otro usuario de carretera, las leyes de derecho de vía evitan conflictos al definir quién debe pasar primero y quién debe ceder el paso. Sin estas leyes de derecho de paso, la situación derivaría en bloqueos de tránsito y muchos más accidentes.
Debes tomar en cuenta que siempre será más seguro ceder el paso en una situación en la que no tienes certeza sobre quién tiene el derecho de vía. Además, tratar a otros conductores con cortesía y permitirles el paso ayuda a que el tránsito se mueva con fluidez y evita hostilidades entre los usuarios de carretera.
Historia de las leyes de tránsito
Los usuarios de carreteras mexicanas tienen la fortuna de contar con reglas de tránsito y sistemas de control de tráfico integrales para ordenar los caminos públicos y el uso de los vehículos. Cuando los vehículos motorizados aparecieron en las carreteras a finales del siglo XIX y durante varias décadas posteriores, todavía no existían estos sistemas de protección. Las leyes de conducción eran muy limitadas y definidas solo por los gobiernos estatales hasta la última parte de la década de 1960.
El registro obligatorio de vehículos fue una de las primeras leyes de tránsito introducidas, con Nueva York liderando el camino en 1901. Impulsado por el caos cada vez peor de los caminos de la ciudad de Nueva York, William Phelps Eno escribió “Reglas de la carretera” en 1903 como una propuesta para un código de tráfico. Su manual introdujo muchas nuevas regulaciones y prácticas recomendadas, aunque hubo que esperar mucho tiempo para que los conductores obedecieran estas reglas o que las autoridades las aplicaran de forma activa. Si bien creía firmemente que las señales de luces en las intersecciones nunca podrían manejar el tráfico, Phelps introdujo un aspecto fundamental de las reglas del camino que sustenta la ley de tránsito actual. Esto es la idea de que el tráfico lento debe mantenerse a la derecha mientras los carriles de la izquierda se utilizan para rebasar.
La cantidad de vehículos en carretera se ha incrementado constantemente a lo largo del siglo XX y, con esto, también el número de lesiones y fatalidades relacionadas con el tráfico. La Ley Nacional de Seguridad de Tránsito y Vehículos Motorizados fue establecida en 1966 como respuesta a esta amenaza creciente. La ley dio poder al gobierno federal para definir y aplicar nuevos estándares de seguridad para vehículos y caminos a través de lo que hoy conocemos. Las leyes de tránsito se diseñan y actualizan para adaptarse a las condiciones cambiantes de las carreteras, siempre con el objetivo de maximizar la seguridad de los usuarios. Nuevas regulaciones de manejo se introducen prácticamente todos los años en los Estados Unidos.
Aplicación de las leyes de tráfico
A medida que las leyes de tránsito han evolucionado también lo ha hecho la forma en que se aplican y las sanciones por no obedecerlas. Estudios han demostrado en múltiples oportunidades que los conductores acatan las reglas si temen un castigo y es menos probable que lo hagan si creen que pueden salirse con la suya. Como resultado, en la actualidad las leyes de tráfico se aplican de manera estricta y cada gobierno estatal cuenta con un departamento dedicado a las reglas y regulaciones de tránsito.
La mayoría de las violaciones de las leyes de tráfico son ofensas de “responsabilidad estricta” en lugar de delitos, por las cuales se emite una multa a los infractores. Esto significa que un automovilista puede ser declarado culpable y recibir un castigo sin necesidad de juicio en un tribunal. Estas infracciones incluyen:
- Exceso de velocidad
- Estacionamiento ilegal
- No detenerse en una señal de “ALTO”
- Conducir con una luz delantera rota
Si bien estas acciones no se consideran actos criminales, los castigos asociados pueden ser severos especialmente cuando la infracción ha puesto en peligro a otros usuarios de carretera. Dependiendo de la gravedad de la acción y si se trata de una primera vez o es una ofensa repetida, la sanción por cometer un delito menor de tráfico puede incluir:
- Una multa
- Una prohibición de manejar temporal o permanente
- Puntos para tu licencia (que se acumulan y pueden resultar en la pérdida de tu permiso de conducir)
Otras violaciones más graves de leyes de tránsito, como conducir bajo la influencia (DUI), pueden resultar en cargos penales y encarcelamiento.
No todos obedecen las leyes de tránsito
Pese a hacer todo lo posible para evitar la conducción peligrosa, las leyes de tráfico, multas y penas no pueden hacer que todos los conductores obedezcan las reglas. Frecuentemente, los automovilistas rompen las reglas ya sea de manera deliberada o por no prestar atención. Varios millones de infracciones de tráfico se emiten cada año en México, con alrededor de 125.000 multas emitidas cada día. Los conductores deben velar por la seguridad y mantenerse en el lado correcto de la ley conduciendo con precaución, conociendo las normas y prestando atención a los dispositivos de control de tráfico.
Debes recordar que tú controlas tus propias acciones pero no puedes predecir el comportamiento de otros conductores. Nunca asumas que los automovilistas a tu alrededor seguirán las leyes de tránsito al pie de la letra. Sé vigilante en todo momento. Si ves que otro automovilista comete un error, no le reclames gritando o usando la bocina. Esto solo añadirá más peligro a una situación de por sí riesgosa.