La importancia de sentarse correctamente al conducir no se puede subestimar. Mantener una posición adecuada para sentarte te dará el máximo control sobre el vehículo y minimizará la posibilidad de sufrir lesiones o morir en una colisión. Los vehículos modernos están diseñados con sofisticadas funciones de seguridad que son efectivas en situaciones de accidentes en las que el conductor está sentado con la espalda recta, colocado lo suficientemente alto para ver sobre el volante y está directamente frente a él. Si no mantienes esta posición al conducir, puede que las funciones de seguridad del vehículo no logren protegerte.
Altura del asiento
Cuando te recuestes hacia atrás en el asiento del conductor, tus hombros nunca deben estar más de una pulgada por debajo de la parte superior del volante. Sentarse demasiado abajo en relación con el volante restringirá tu vista de la carretera y aumentará el riesgo de sufrir lesiones mortales en la cabeza durante una colisión.
La mayoría de los vehículos tienen asientos de altura ajustable o columnas de dirección ajustables para ayudar a colocarte en la altura correcta en relación con el volante. Si tu vehículo no tiene ninguna de estas características y el volante está más de una pulgada por encima de la parte superior de tus hombres, es posible que debas sentarte en un cojín de conductor para llegar a la posición segura.
Distancia del volante
Sentarte demasiado cerca del volante incrementará el riesgo de lesiones en caso de que la bolsa de aire se despliegue en un accidente. Estar demasiado lejos también puede ser peligrosos, ya que podría afectar tu capacidad de maniobrar y controlar el vehículo de forma eficaz. Para colocarte a la distancia correcta del volante, siéntate recostado en el asiento del conductor y extiende tu brazo hacia el volante. Luego debes ajustar el volante o la posición en el asiento hasta que tu muñeca esté alineada con la parte superior del volante.
Ajustar el asiento del conductor
Nunca intentes ajustar la altura o la distancia del asiento del conductor a los pedales mientras conduces el vehículo. La mayoría de los vehículos modernos están diseñados con controles electrónicos para facilitar que los conductores modifiquen la posición del asiento. Los vehículos más antiguos suelen tener niveladores manuales que están fijados adelante o a un lado del asiento.
Sin importar cómo funcionen los controles de ajuste del asiento del automóvil, siempre asegúrate de estar detenido antes de efectuar los cambios. Mientras el vehículo está en movimiento debes enfocarte por completo en buscar peligros y controlar el automóvil. No podrás hacer esto de manera efectiva si también estás ajustando la posición del asiento. Además, corres el riesgo de moverte demasiado lejos de los pedales sin darte cuenta y perder el control del vehículo.
Ajustar los reposacabezas
Cuando está colocado correctamente, el reposacabezas del asiento del conductor le dará soporte a tu cabeza en caso de una colisión por detrás. Las lesiones de cuello por el efecto látigo son comunes en las colisiones traseras, ya que las cabezas de los ocupantes del vehículo se lanzan hacia atrás con una fuerza considerable cuando el automóvil es golpeado por detrás. Tener el reposacabezas con la altura adecuada minimizará las posibilidades de sufrir dichas lesiones.
La superficie frontal del reposacabezas debe estar en contacto con la nuca con tal de que la sujete correctamente. Tu reposacabezas estará demasiado abajo si solo conecta con la base del cráneo. Para una colocación ideal, busca que la parte superior del reposacabezas esté aproximadamente a la misma altura que tus orejas.
Haz un hábito del posicionamiento adecuado
Es fácil volverte perezoso con la posición para sentarte conforme ganas experiencia como conductor. Recuerda que siempre estarás en riesgo si no te sientas correctamente sin importar si has manejado durante diez minutos o diez años. Cuando aprendas a conducir, tómate un momento para verificar tu posición cada vez que subas al auto. Esto te ayudará a crear hábitos de seguridad sólidos que te seguirán protegiendo durante años.