accidentes de tránsito

A través de los módulos anteriores de este curso hemos analizado las causas principales de los accidentes de tránsito y las colisiones. En resumen, son estas: las acciones de los conductores involucrados, la condición de la carretera y la condición de los vehículos involucrados.

1. Factores de una colisión

1. Evitar accidentes

Un mal comportamiento de manejo es por mucho la causa más importante y se puede identificar como la raíz de casi todos los accidentes de tránsito. Otros peligros como las carreteras heladas o los frenos que no funcionan pueden aumentar drásticamente las posibilidades de que suceda una colisión, pero no hacen que la colisión sea inevitable. En estas situaciones peligrosas, la acción que tomes detrás del volante determinará si ocurre el accidente o no.
Se sabe que los errores de los conductores representan al menos un 94% de las colisiones de tráfico. Los errores cometidos por los conductores se clasifican en dos categorías:

• Errores por mal desempeño (por ejemplo, no reconocer un peligro o tomar una mala decisión)

• Errores de incumplimiento (por ejemplo, estar intoxicado o dormir al volante)
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Entre estos, los errores de reconocimiento y los errores de toma de decisiones son los que suceden con mayor frecuencia. Los errores de reconocimiento por lo general son el resultado de distracciones al volante o no examinar la carretera adecuadamente. Algunos de decisión más comunes son exceder la velocidad, ejecutar maniobras ilegales o predecir de forma errónea el comportamiento de otro usuario de carretera.
Factores de una colisión
Cuando los accidentes graves o mortales son provocados por un error del conductor, a menudo están asociados con estos factores contribuyentes:
1
Distracción.
Los conductores distraídos son más propensos a dudar o apresurarse en decisiones importantes. También tienen más probabilidades de no ver los peligros al examinar la carretera.
2
Alta velocidad.
Cuanto más rápido viaja un vehículo, más difícil es para el conductor procesar la información visual de la carretera. Controlar un vehículo a gran velocidad requiere de movimientos suaves y precisos. Es fácil juzgar mal las distancias y maniobrar con demasiada fuerza.
3
Intoxicación.
La visión de un conductor, los reflejos, la coordinación y la capacidad de razonamiento se ven afectados por el alcohol y las drogas.
4
Fatiga.
La fatiga mental y física reducirá los reflejos, afectará negativamente la percepción e impedirá el buen juicio.
5
Agresividad.
La agresividad extrema puede llevar a los conductores a actuar de manera irresponsable y destructiva, con poco cuidado por la seguridad. Al experimentar la ira de carretera, un automovilista podría embestir deliberadamente a otro vehículo, pasar un semáforo en rojo o cortar el camino de otros vehículo. Estos comportamientos a menudo conducen a colisiones.

Evitar accidentes

El hecho de que los errores de los conductores son la causa principal de muchos accidentes y colisiones significa que se puede hacer mucho para evitar estos incidentes. Los conductores no están a merced del azar o los eventos impredecibles. Tu destino en la carretera está determinado en gran medida por las decisiones que tomas antes de manejar y mientras te encuentras en el asiento del conductor.
Tan pronto empieces a conducir, debes crear el hábito de analizar tu estado mental y físico antes de subirte al auto. Recuerda que tu capacidad para tomar decisiones correctas y reaccionar de manera oportuna dependerá de estar completamente presente y alerta detrás del volante. No manejes si estás afectado por intoxicación, cansancio, enfermedad o angustia emocional. En estas circunstancias serás extremadamente susceptible a cometer errores de incumplimiento que podrían resultar en una colisión.
La manera en que interactúas con otros usuarios de carretera también es increíblemente importante. Como conductor, serás una pequeña parte de un “ecosistema” de transporte de carreteras mucho más grande que puede funcionar de forma fluida solo cuando todos los usuarios de carretera trabajan juntos. Esto conlleva manejar de forma que facilite el flujo de tráfico, comunicarte con otros usuarios de carretera para que sepan tus intenciones y tener cortesía con los demás automovilistas. Una actitud agresiva de “cada uno anda por su cuenta” rápidamente te llevará a conflictos, altercados y errores peligrosos.
Para evitar los errores de reconocimiento, siempre debes estar atento a la carretera, a pesar de las muchas distracciones que hay adentro y afuera del vehículo. Tu capacidad de actuar de manera preventiva contra los peligros dependerá de ser capaz de identificar estos peligros lo suficientemente temprano para reaccionar. Esto requiere de un cumplimiento continuo de los protocolos de búsqueda de la carretera, como hemos detallado en bloques anteriores de este curso.
Recuerda que no existe el conductor “perfecto”. Todos los automovilistas cometen errores de vez en cuando. ¡Incluyéndote a ti! Si estos errores se convierten en colisiones catastróficas depende de cómo reaccionen los usuarios de carretera cercanos para responder al error de otro conductor. Si esperas errores, piensas con anticipación y tienes un plan de escape para cada situación de manejo, los errores de otros conductores no deberían tomarte por sorpresa.