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aquaplaning

por manuel

El aquaplaning es un fenómeno que ocurre sobre carreteras mojadas, cuando un vehículo toca una capa de agua con la suficiente velocidad para deslizarse sobre ella en lugar de mantener contacto con la superficie del camino. La banda de rodadura de la mayoría de las llantas canaliza el agua hacia afuera a velocidades de hasta 60 km/h. Llantas desinfladas o con una banda de rodadura en mal estado reducirán la velocidad a la que se puede producir el hidroplaneo. El aumento de velocidad hace que la canalización del agua sea menos efectiva y puede separar tus ruedas del asfalto, por lo que ruedan sobre el agua como esquís acuáticos.

Cuando sucede el aquaplaning puede llevar a una pérdida parcial o completa de control y dirección del volante. Es algo que todos los conductores quieren evitar.

¿Cuándo ocurre el aquaplaning?

Contrario a lo que muchos conductores piensan, el hidroplaneo no sucede solo cuando hay una pulgada o más de agua acumulada en la carretera. Puede ocurrir cuando el agua tiene tan solo una décima de pulgada de profundidad.

La velocidad es el factor principal. Cuanto más rápido viajas, mayores son tus probabilidades de hidroplaneo y peor será el fenómeno en caso de que ocurra. Si los neumáticos están en mal estado, un aquaplaning parcial puede comenzar a velocidades cercanas a 60 km/h o menores. A velocidades de 90 km/h o mayores, las ruedas perderán todo el contacto con la carretera. Si esto sucede, tendrás control nulo sobre la dirección, los frenos y el acelerador. Esencialmente, tu vehículo estará flotando a gran velocidad.

Evitar el aquaplaning

Tu mejor arma contra el aquaplaning es recortar la velocidad. Reduce la velocidad tan pronto empiece a llover o veas que se acumula agua en la superficie de la carretera.

Nunca uses el control de velocidad o regulador de velocidad (“cruise control”) en condiciones lluviosas o mojadas cuando el hidroplaneo es un riesgo. Si terminas sufriendo el aquaplaning, estar en control de velocidad te quitará tiempo valioso que deberías usar para retomar el control del vehículo. Bajo una lluvia intensa, el sistema de control de velocidad podría detectar el agua acumulada como una disminución de velocidad, lo que provocaría una compensación mediante la aceleración. Esto podría resultar en un hidroplaneo, deslizando tu vehículo hacia un obstáculo o fuera de la carretera.

Mantener la presión de llantas y la profundidad de la banda de rodadura adecuadas disminuirá drásticamente tus probabilidades de aquaplaning en un clima húmedo. El manual de tu vehículo debería indicarte cuál es la presión necesaria para tus llantas.

¿Cómo sabes que tu auto hace aquaplaning?

Cómo se siente el hidroplaneo dependerá de tu vehículo, la profundidad del agua en la carretera y la calidad de la banda de rodadura de tus neumáticos. Es posible que los conductores noten que están haciendo aquaplaning al viajar en un tramo de carretera recto. Por supuesto, será muy obvio si intentas girar o frenar y te das cuenta de que has perdido el control del vehículo.

Si manejas con concentración y prestas atención a tu vehículo en condiciones húmedas y peligrosas, deberías sentir la sensación de flotar o la pérdida de tracción cuando sucede el hidroplaneo. La dirección del volante se sentirá mucho más liviana debido a medida que las ruedas pierden tracción y será parcial o completamente ineficaz.

Recuperación del aquaplaning

Sin importar el tipo de vehículo que manejes, debes saber que frenar NUNCA es la respuesta para el aquaplaning. Frenar de repente puede bloquear tus llantas y provocar que el vehículo gire sin control. Si crees que tu vehículo empieza a hacer hidroplaneo, haz lo siguiente:

  • No entres en pánico.
  • No frenes, ya que esto causará que tu vehículo derrape.
  • Reduce la velocidad quitando el pie del acelerador.
  • Cuando sientas que tu vehículo vuelve a ganar tracción, puedes frenar suavemente o girar la dirección de ser necesario.

La acción “ideal” que puedes ejecutar cuando ocurre un aquaplaning severo y necesitas evitar una colisión dependerá del tipo de automóvil que conduzcas.

Si estás en un vehículo con tracción delantera O un vehículo con tracción trasera con sistema antibloqueo de ruedas (ABS) y control de tracción, debes permanecer ligeramente sobre el acelerador y maniobrar para alejarte de los peligros (preferiblemente hacia un espacio abierto en la carretera).

Los conductores de vehículos de tracción trasera sin ABS y control de tracción deben soltar el acelerador y, de ser necesario, dirigir el volante para alejarse de los peligros.